lunes, 3 de julio de 2017

POZO KUAN .- Ubicado a 4333 m.s.n.m., en las alturas de Contumazá y a 33 Km. de esta ciudad, desde donde se observan los valles de Jequetepeque y Chicama. El soberbio Pozo Kuan forma parte de un área de lagunas y cerros encantados entre húmedas lajas azulinas, bordeadas de ichu, musgos y líquenes, que bajo retazos de cielo transparente o entre plomizas nubes, retrata sus picachos centinelas, al compás del bramido del ganado de lidia, que en esquiva sinfonía se mezcla con los acordes del viento al soplar los pajonales; mientras llega la nostalgia con la niebla, el retumbar de los truenos y el fuego de los relámpagos, preludio de la tormenta con sonora granizada del crudo y gélido invierno.


Su gemelo el Pozo Colorado, arrinconado entre ciénegas, es el testigo mudo del ancestral encantamiento del Pozo Kuan, pues, si se acercaban personas y animales a su orilla, eran tragados hasta el fondo de sus aguas cristalinas.
En la altura, al costado del Chinchín, duerme otro manantial, el Pozo Chuño, que esconde un mágico jardín con yerbas medicinales que son el delirio de los hechiceros. Por estas punas revolotean los ligliques, la cargacha, el corralero, los patillos, los lliguilles, y entre los peñascos se esconden los venados y las vizcachas.


Para calmar el encantamiento del Pozo, se llevaron a los sacerdotes que lo bautizaron con agua bendita, sal y flores, por lo que ahora es un manso manantial, apropiado para paseos de alpinismo, navegar en botes y para sembrarle truchas.
Este es el legendario Pozo Kuan, desde donde el príncipe que habitaba esos lugares, ofreció en prueba de matrimonio a la Princesa Tantarica de Chuquimango, llevarle agua canalizada para sus jardines, lo que se cumplió con demora, por lo que el Padre de la princesale negó el casamiento, y el príncipe Kuan desvió las aguas por quebradas y laderas, hasta dar a la Mónica, por donde discurren hasta ahora. Así son los mitos y tradiciones contumacinos que pintan de belleza su fecunda historia.


Para llegar al Pozo Kuan, en Contumazá se proveé el refrigerio para llevar y se parte al amanecer en un vehículo contratado, saliendo por la Av. Chilete, tomando el desvío a la derecha, antes de Rumiaco, se pasa por Shamón y la Quinuita, llegando a la hermosa planicie de Cascabamba, que al cruzarla a lo largo, se toma una ligera cuesta hasta el Tambillo, luego se sigue hasta el campamento abandonado de las minas, se asciende al Cumbe tomando la travesía de las alturas de Las Quinuas, y se llega en unas dos horas al campamento de la Feria Dominical en ese lugar, de donde se camina media hora pasando Las Totoras, alcanzando la hondonada donde encontramos el reluciente Pozo Kuan; desde la izquierda observamos el Pozo Colorado y nos deleitamos tomando diversas vistas para el recuerdo. Ascenderemos al Chinchin para conocer el Pozo Chuño, y tras medio día emprenderemos el retorno, llenos de satisfacción de este maravilloso recorrido.









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